... que empiezan mal, muy mal. Y sorprendentemente, acaban bien.
Una larga conversación con un amigo, me ha devuelto la sonrisa.
Unos vecinos atrapados en el ascensor, me han dado un poquito de emoción (sobre todo por ver a los bomberos :D)
Un ratito en el parque con los niños, me ha devuelto las ganas de jugar.
Y un comentario de un "desconocido", me ha devuelto la ilusión por seguir creando.
Gracias a todos.